5 formas en que el cierre cognitivo influye en nuestras vidas

POR: VALERIA SABATER

En momentos de incertidumbre y complejidad, el cierre cognitivo es un buen aliado. Estamos ante un proceso de gran relevancia que media de múltiples formas en tu bienestar. Describimos cómo.

Las distintas formas en que el cierre cognitivo influye en nuestras vidas son tan significativas como curiosas, porque si hay algo que necesita el ser humano es hallar un sentido a buena parte de lo que le sucede. Vivimos en un mundo incierto y cambiante donde la mente se esfuerza lo indecible por obtener un significado ante cada evento.

Al fin y al cabo, pocas cosas nos generan tanto alivio como hallar la respuesta a un «¿por qué?» de esas experiencias ambiguas y confusas, relaciones de pareja, trabajo y vacíos existenciales.

Somos buscadores de significados constantes y esto, como bien nos señalaba Viktor Frankl, impacta de forma directa en nuestra salud mental. Profundicemos un poco más.

Si hay una habilidad saludable en la cotidianidad es la de procurar resolver problemas de forma rápida, encontrando respuestas a los estímulos inciertos.

Formas en que el cierre cognitivo influye en nuestras vidas

El cierre cognitivo define la necesidad de tener una respuesta o explicación ante esas experiencias dominadas por las incertezas. El cerebro no suele tolerar demasiado la incertidumbre y, por ello, una de nuestras conductas más frecuentes es la de encontrar respuestas, a toda costa, que alivien la confusión y esos rompecabezas vitales del día a día.

Como curiosidad, cabe señalar que este es un concepto de la psicología Gestalt. Con él, describían ese proceso perceptivo y cognitivo mediante el cual las personas concluimos mentalmente figuras incompletas. Fue en 1996 cuando el psicólogo social Arie Kruglanski acuñó el término «necesidad de cierre», explicando este proceso en la revista Psychological Review.

Comprendamos, a continuación, esas formas en que el cierre cognitivo influye en nuestras vidas de manera positiva.



1. Facilita tomar decisiones

Cuando nos encontramos en una encrucijada personal, solo una buena toma decisiones permite salir de ese desafío inesperado. Es en estos contextos cuando nos ayuda de forma significativa el cierre cognitivo.

La Universidad de Buenos Aires destaca en un artículo la relevancia de este proceso. Veamos, enseguida, sus beneficios:

  • Motiva e impulsa hacia la búsqueda de soluciones.
  • Se acompaña por una valencia emocional positiva y esperanzada.
  • Permite formular más hipótesis ante una incerteza o situación ambigua.
  • Encontrar una respuesta o solución es seguido de la instauración de un nuevo aprendizaje que nos dotará de experiencia.

2. Manejamos mejor las dificultades en materia afectiva

Imagina que llevas dos meses saliendo con una persona, la conociste en una aplicación de citas y todo parece bien hasta que, de pronto, desaparece y el mundo se te viene abajo. Cuando te hacen ghosting hay una necesidad desesperante de respuestas.

Ahora bien, contar con una buena competencia en cierre cognitivo permitirá navegar mejor en estas experiencias desesperantes. Y es que una de las formas en que dicho cierre influye en nuestras vidas tiene que ver con el ámbito sexoafectivo. Los mecanismos en que suele favorecernos son los siguientes:

  • Reduce la angustia emocional.
  • Impulsa la aceptación cuando un vínculo se rompe.
  • Ayuda a encontrar un sentido (aprendizaje) a esa experiencia.
  • Permite buscar explicaciones razonables en instantes de duda e inseguridad.
  • Facilita dar un «cierre» a una etapa y transitar mejor por los duelos, a raíz de una ruptura.

3. Regulación más óptima del estrés

Otra influencia del cierre cognitivo en nuestras vidas es la salud mental.Todos sabemos, por ejemplo, lo que supone vivir con la sombra de la incertidumbre en nuestros horizontes. Desconocemos si perderemos el trabajo, si conquistaremos metas y si quien hoy dice querernos mañana nos deja.

Una publicación de Neuroscience and Biobehavioral Reviews indica que la incertidumbre es esa experiencia que hiperactiva la ínsula y la amígdala, regiones vinculadas al estrés y la sensación de amenaza. Disponer de una buena habilidad para ejercitar el cierre cognitivo contribuye de las maneras que, a continuación, listamos:

  • Filtramos la realidad de un modo más objetivo y menos emocional.
  • La sensación de incertidumbre se racionaliza, al pensar en nuevas estrategias de actuación.
  • Trazamos significados vitales para despertar en nosotros la positividad y la esperanza.

Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.

4. Beneficios en tu vida laboral

Nuestros trabajos están dominados, en ocasiones, por variables algo confusas. A veces, tenemos un objetivo que cumplir, pero no sabemos cómo. Puede que el entorno laboral sea algo caótico, la competitividad muy elevada y los tiempos de ejecución muy cortos.

Es más, hay épocas que hasta nuestra responsabilidad laboral deja de tener un significado claro. ¿En qué puede ayudarnos el cierre cognitivo? Te lo explicamos:

  • Tomarás mejores decisiones.
  • Manejarás de forma óptima el estrés laboral.
  • Un enfoque mental orientado al cierre cognitivo te permite ser más disciplinado.
  • Lograrás encontrar respuestas y nuevas ideas en esos instantes de incertidumbre y caos.
  • Facilita recordar qué significado tiene para ti tu trabajo. De ese modo recuperas la motivación.

5. Una buena estrategia en momentos de crisis existencial

Este dato es interesante. En Frontiers in Psychology resaltan que parte de nuestra sociedad, como son los mileniales, buscan más que nunca un propósito vital. Después de encadenar tantas crisis y con tantos desafíos globales, es común sentir cierta desafección y conflicto existencial.

Entre las formas en que el cierre cognitivo influye en nuestras vidas destaca, sin duda, la esfera de la pérdida del significado. Si nos iniciaran desde edades tempranas en tal competencia, lograríamos afrontar mejor estas experiencias, por ejemplo, de las siguientes maneras:

  • Motiva a tejer nuevas ideas, metas y propósitos para sofocar esa angustia existencial.
  • Impulsa hacia la búsqueda de respuestas en momentos de ambigüedad y confusión.
  • Simplifica el desarrollo de un enfoque mental más proactivo, para vencer la indefensión o el estancamiento.


¿Qué sucede si no logramos desarrollar un buen cierre cognitivo?

El psicólogo Arie Kruglanski creó en los años 90 la «Escala de Necesidad de Cierre», para evaluar esta competencia entre la población. Décadas más tarde, investigaciones como la publicada en Psychologica belgicainforman que este instrumento aún es útil; de hecho, podemos comparar este factor en diversas culturas y nacionalidades.

Por otra parte, sabemos que hay muchas formas en que el cierre cognitivo influye en nuestras vidas. No obstante, ¿qué sucede si una persona no lo asienta de modo óptimo? En caso de no disponer de unas buenas habilidades en esta dimensión, tendremos un riesgo mayor de sufrir problemas de salud mental, como estrés, ansiedad o depresión.

La pérdida del significado nos hace corromper los amarres psicológicos, la motivación y disminuye la capacidad de logro. Si no encontramos respuestas a esas experiencias dominadas por la confusión o las incertezas, el mundo parecerá un lugar amenazante.

Encontrar nuestros significados en instantes de adversidad actuará como ese timón capaz de guiarnos en los instantes más oscuros.

¿Cómo desarrollar un buen cierre cognitivo?

Debemos desarrollar un cierre cognitivo flexible y saludable, capaz de entender que siempre habrá realidades que no tienen explicación. En este mundo, no todo posee un sentido claro, la adversidad siempre tiene un componente caótico que toca aceptar. Más allá de este detalle, reflexionemos en cómo asentar esta herramienta de vida.

Ante un problema, evita quedarte bloqueado y no caigas en el pensamiento catastrófico; para ello, conviene aplicar un enfoque mental resiliente y racional. Sirven como técnicas pensar en diez soluciones ante un mismo problema e intentar dar explicaciones objetivas ante aquello que te angustia. También vale clarificar tus valores y propósitos en la toma de decisiones.

Para concluir, una mente abierta, flexible y que regula bien las emociones, es una mente saludable. Todos podemos entrenar ese universo interno, para movernos por esta realidad tan incierta con mayor eficiencia. Ponlo en práctica.

FUENTE: https://lamenteesmaravillosa.com/cierre-cognitivo-influye-vidas/

¿Cómo cambia el cerebro a medida que envejece?

POR: VALERIA SABATER

Nuestro cerebro, al igual que el propio cuerpo, cambia y envejece con el paso de los años. Esto no siempre trae inconvenientes, también hay ventajas que te interesará conocer. Te las explicamos en la siguiente lectura.

La forma en que cambia el cerebro, a medida que envejece, es un tema que siempre ha interesado a la ciencia. En una sociedad que presenta una esperanza de vida cada vez más alta, el objetivo apunta a llegar a edades avanzadas con las funciones cognitivas en buen estado. Así, en promedio, el proceso degenerativo de nuestro cerebro tiene su inicio entre los 30 y los 40 años.

En ese momento empieza a reducirse nuestra función cognitiva de forma lenta, hasta llegar a los 60 años; etapa en que la tasa de deterioro se eleva. Ahora bien, a pesar de que el envejecimiento neurológico es inevitable, existen estrategias para ralentizar el proceso.

Llevar un estilo de vida activo, entrenar la curiosidad, aprender cosas nuevas cada día y disfrutar de la conexión social, son pilares esenciales. En el siguiente artículo te aportamos más información al respecto.

Los cerebros son como las huellas dactilares. Todos tenemos uno, pero todos son distintos.

Formas en que cambia el cerebro cuando envejece

El envejecimiento suele apreciarse en las canas, en las arrugas, en la piel y en un cuerpo un poco más frágil cada día. Sin embargo, la forma en que cambia el cerebro cuando envejece no se ve y apenas lo notamos, tal como señala un estudio publicado en la revista Postgraduate Medical Journal.

No lo hacemos porque se trata de un proceso que avanza lentamente, hasta alterar década a década el tamaño y la vascularización de este órgano, además de la propia cognición.

Una de las particularidades más distintivas asociadas a la edad, tiene que ver con los problemas en la regeneración de los tejidos cerebrales. Trabajos como el publicado en la revista Nature señalan cómo la reducción del número de células madre influye en ese silencioso proceso. Veamos con más detalle ese viaje interno que atraviesa toda persona y que la ciencia comprende cada vez más.

Pérdida del volumen cerebral

Lo señalábamos al inicio. A medida que envejecemos, nuestro cerebro pierde un pequeño índice de volumen y masa. La explicación de esta causa reside en la reducción del tejido cerebral antes señalado. Las células cerebrales pierden sus conexiones y parte de ellas desaparecen poco a poco. Además, esta pérdida de volumen suele tener las siguientes características:

  • Las áreas que más reducen su volumen son el lóbulo frontal y el hipocampo.
  • El volumen del lóbulo frontal puede disminuir hasta un 12 % (DeCarli et al., 2005).
  • El adelgazamiento cortical se relaciona también con mayor lentitud a la hora de procesar la información.
  • La reducción de estas regiones se manifiesta a nivel cognitivo en fallos en la memoria, en la atención y la concentración.

Alteraciones en la sustancia blanca

La sustancia blanca es una de las áreas más profundas del cerebro. Está compuesta por fibras nerviosas envueltas por mielina que favorecen la comunicación entre las diversas regiones neurológicas. Investigaciones como la publicada en Brain Pathology destacan que durante el envejecimiento es común ver lesiones en esta región.

Las alteraciones anatómicas de esta estructura se deben a problemas vasculares, a la depresión y posibles indicios de demencia. Estas pequeñas lesiones en la sustancia blanca se traducen en limitaciones para comprender y procesar los estímulos.

Cambios en la estructura de las neuronas

La forma en que cambia el cerebro, a medida que envejece, tiene mucho que ver con la bioquímica de nuestras células nerviosas. Uno de los fenómenos más frecuentes es que se acumule un exceso de proteínas. Muchas dejan de generar sinapsis de forma funcional y algunas se atrofian de manera progresiva.

Es importante señalar que esto forma parte del propio envejecimiento natural. Es decir, no todos esos cambios se relacionan con alguna enfermedad neurodegenerativa.

Por otro lado, también cabe destacar en este proceso una serie de disfunciones asociadas al paso de los años y que, una vez más, no siempre son patológicas. Al menos a esa conclusión han llegado profesionales del Departamento de Neurología de la Universidad de Hangyang de Seoul. A continuación, enlistamos algunas de estas afectaciones:

  • disfunción mitocondrial;
  • alteraciones en el ADN celular;
  • mayores índices de inflamación;
  • deterioro de la respuesta al estrés adaptativo;
  • alteraciones en la liberación y producción de neurotransmisores;
  • aparecen problemas en los mecanismos de eliminación de desechos celulares.

Hay una menor actividad de la amígdala

Si hay un aspecto que vemos en muchos adultos mayores es una mayor serenidad y ánimo más positivo. El dato es sin duda interesante, dado que este factor podría deberse, según la ciencia, a un fenómeno neurológico vinculado al envejecimiento. Ha podido verse que con la edad la hiperactividad de la amígdala se reduce (Cacciopo et al., 2011).

Esta región del sistema límbico, encargada de regular nuestras respuestas emocionales, presenta una alteración en su funcionalidad que parece impactar para bien en nuestro bienestar. Esto podría favorecer el hecho de llegar a edades más avanzadas con un menor riesgo de sufrir depresiones.

La amígdala suele presentar una menor actividad en edades avanzadas. Esto se traduce en una reactividad emocional más baja y en una mejor regulación de los síntomas depresivos.

Disminución de la plasticidad cerebral

La plasticidad cerebral hace referencia a la capacidad de este órgano para cambiar y adaptarse en respuesta a los nuevos hábitos y experiencias. Ahora bien, es interesante saber que la forma en que cambia el cerebro a medida que envejece, altera también a esta importante competencia. Esto nos puede afectar de las siguientes maneras:

  • Problemas para aprender nuevas habilidades.
  • Limitación para adaptarnos a situaciones diferentes.
  • Mayores dificultades para responder a los problemas y desafíos cotidianos.

Sin embargo, aunque la plasticidad puede disminuir con la edad, el mantener unos buenos hábitos de vida, a lo largo de los años, puede preservarla. Un artículo de la revista Aging señala la necesidad de que nuestros mayores reciban una buena estimulación cognitiva y nuevos desafíos para potenciar esta capacidad tan saludable.

Para potenciar la plasticidad cerebral y llegar a edades avanzadas, con mejores aptitudes cognitivas, es importante favorecer nuestra curiosidad, aprender cosas nuevas cada día y estar conectados con nuestros amigos y familia.



Claves para promover y cuidar de la salud cerebral

Uno de los mayores expertos en neurociencia es, sin duda, David Eagleman. Su libro, Livewired: The Inside Story of the Ever-Changing Brain (2020), es toda una referencia para comprender mejor los mecanismos de la plasticidad cerebral. También para descubrir la mecánica de sus cambios y los misterios de su funcionamiento.

Algo importante que señala este trabajo, es que la forma en que cambia el cerebro a medida que envejece tiene mucho que ver con nuestros hábitos de vida y con el contexto que nos rodea. Si bien hay factores que siempre escapan a nuestro control, como desarrollar una enfermedad neurodegenerativa, siempre podemos promover cambios para favorecer la salud cerebral.

Envejecer del mejor modo está en nuestras manos y las claves que enunciamos a continuación pueden ayudarnos:

  • Cuida tu salud mental.
  • Cuida tu alimentación.
  • Estimula tu curiosidad.
  • Aprende algo nuevo cada día.
  • Potencia tu inteligencia emocional.
  • Aprende técnicas para regular el estrés.
  • Realiza ejercicios de estimulación cognitiva.
  • Lee, aprende a tocar algún instrumento musical.
  • Disfruta de la conexión social, conoce gente nueva.
  • Mantén una vida activa, camina, haz algún tipo de deporte.
  • Márcate metas y desafíos; nunca dejes de trabajar en algún objetivo.

Protege tu cerebro

Para concluir, te invitamos a que pongas en práctica las claves que acabamos de compartirte, ya que esto ayudará a que tu cerebro envejezca de la mejor manera posible.

Recuerda que así como proteges tu cuerpo cada día, no debes dudar en hacer lo mismo por tu cerebro. Ese órgano fundamental esconde todavía los mismos enigmas que el propio universo; sin embargo, es nuestro hogar, contiene nuestra conciencia y todo lo que somos. Promueve su bienestar y estimúlalo.

FUENTE: https://lamenteesmaravillosa.com/como-cambia-el-cerebro-a-medida-que-envejece/

¿Qué es la hiperconcentración en el TDAH?

POR: VALERIA SABATER

Seguro que has oído que las personas con TDAH tienen problemas para concentrarse. ¿Y si te dijéramos que, en algunos casos, su capacidad para mantener el foco mental es asombrosa? Te lo explicamos a continuación.

¿Has oído hablar del «hiperfocus» o la hiperconcentración? La población neurodivergente y, en concreto, los diagnosticados con un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) experimentan este proceso con frecuencia. Consiste en prestar a una tarea concreta un nivel de atención intenso y sostenido en el tiempo. Tanto que no se distraen ni un segundo.

¿Cómo puede ser? ¿No se supone que esta afección del neurodesarrollo presenta una clara limitación a la hora concentrarse en cualquier actividad? Bien, en realidad, el TDAH lo que evidencia es un problema en la regulación de la atención y no una limitación de la misma. Esto hace que, cada vez que estén inmersos en algo que les agrade, su capacidad de focalización sea extraordinaria.

Te explicamos a qué se debe este particular mecanismo cerebral en el siguiente artículo.

Muchos padres suelen quejarse de que sus hijos con TDAH pueden estar horas jugando a los videojuegos, lo que demuestra un elevado nivel de atención que, sin embargo, en otras tareas es casi inexistente.

¿Qué es la hiperconcentración?

La hiperconcentración es una característica de las personas con TDAH o autismo que les permite focalizar de manera intensa su atención en una actividad determinada. Lo primero que debes saber es que sacar a la luz esta capacidad cognitiva permite, en cierto modo, romper un poco el estigma hacia quienes están dentro del espectro de la neurodivergencia.

Un trabajo publicado en Psychological Research destaca que es una particularidad poco estudiada por la ciencia. Lo que sí sabemos es que, si bien es frecuente entre las poblaciones clínicas antes señaladas, algunos neurotípicos (personas con patrones neurológicos típicos) también pueden evidenciarlo. Conozcamos más datos a continuación.



¿Cómo se manifiesta el hiperenfoque?

Hay un libro que es toda una referencia para las personas con TDAH. Se trata de Adventures in fast forward: Life, Love, and Work for the ADD Adult, de Kathleen G. Nadeu. En sus páginas describe el caso real de una mujer, quien estaba tan concentrada en la escritura de un trabajo, que no se dio cuenta de que su casa estaba en llamas y de que los bomberos estaban intentando salvarla.

El nivel de absorción cognitiva que alcanzan estas personas es tan elevado que todo el contexto que les envuelve deja de existir. Podríamos decir que es un estado aún más intenso que ese proceso mental que el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi describió como flow o experiencia óptima.

A continuación, te detallamos cuáles son las principales características de la hiperconcentración:

  • Es un proceso selectivo. Quiere decir que aparece solo en las tareas o actividades que son motivadoras para la persona.
  • Aislamiento. Dicho estado de concentración intensa separa por completo de aquello que pueda rodear hasta el punto de poder sufrir accidentes.
  • Mente imaginativa. Este tipo de concentración también cursa con procesos imaginativos intensos y elaborados, que les separa por completo de la realidad inmediata.
  • Facilidad para visualizar. Las personas con TDAH pueden visualizar tareas, actividades y conceptos de forma clara y enriquecedora, siempre, eso sí, que dicha materia les sea motivadora.
  • Interacción social. La hiperconcentración también puede aparecer mientras se relacionan con otras personas. Mantener conversaciones interesantes, por ejemplo, es algo gratificante y cursa con una gran atención.
  • Creatividad. En efecto, tal y como nos indica una publicación de la revista Personality and Individual Differencesuna característica que define a las personas con TDAH es su poder creativo, algo que podría estar mediado por este factor.
  • Hiperenfoque y flexibilidad mental. Este enfoque cognitivo es eficiente y puede facilitar que la persona resuelva problemas complejos. Además, facilita la flexibilidad al razonar con nuevas perspectivas ante un mismo problema.
  • Reducción de la impulsividad. Si hay un aspecto conocido que relacionamos con el TDAH, es la incapacidad para regular los impulsos. Ahora bien, cuando la persona está inmersa en una tarea que le agrada, esta dimensión se regula por completo.

El mayor problema que presentan las personas con hiperenfoque es su mala gestión del tiempo. Al no poder apartar la atención de la tarea que les motiva, pueden desatender otras actividades importantes.

¿Quién suele evidenciar la capacidad de la hiperconcentración?

Una investigación publicada en Research in Developmental Disabilities nos aporta información al respecto. Te interesará saber que, aunque el hiperenfoque aparece en mayor grado en personas con TDAH, no es exclusivo de este sector poblacional. De hecho, se plantea que puede darse en los siguientes casos:

  • pacientes con esquizofrenia,
  • personas sin neurodivergencias,
  • algunos hombres y mujeres con autismo.

Efectos positivos y negativos del hiperenfoque

A menudo se habla de la hiperconcentración como un superpoder excepcional que presentan las personas con TDAH. Es evidente que esta particularidad cognitiva actúa como un activo capaz de ofrecerles grandes ventajas. Siempre que estén inmersos en tareas que les motiven y agraden, su rendimiento será óptimo e, incluso, excepcional.

Ahora bien, como puedes imaginar, a lo largo de nuestra vida académica y laboral no siempre nos exponemos a actividades que nos agradan. Esto puede hacer que alguien con TDAH destaque en unas áreas y se sienta ineficaz en otras. Te explicamos a continuación las ventajas y limitaciones de esta competencia cognitiva tan particular.

Ventajas

Cuando una persona se desarrolla en el área de estudios o de trabajo que es de su interés, los resultados son demasiado positivos. Su rendimiento puede ser excepcional y puede convertirse en alguien con un gran talento. En ese sentido, se destacan los siguientes puntos a favor:

  • Las relaciones afectivas se viven con gran intensidad, sobre todo al inicio.
  • Gracias a los resultados que se obtienen con la hiperconcentración, la autoestima se eleva.
  • Los individuos demuestran grandes competencias en creatividad e innovación en esas áreas que son de su interés.

Inconvenientes

Un trabajo divulgado por Frontiers in Psychiatry sitúa el interés en un aspecto en particular. El hiperenfoque puede derivar en ocasiones en adicción a Internet y al uso de las pantallas. El nivel de estimulación que generan la tecnología y las redes sociales puede hacer que toda su atención quede secuestrada por este tipo de soportes. Es una realidad que vale la pena tener en cuenta.

Asimismo, también podemos enlistar a continuación otros inconvenientes asociados:

  • La mente hiperconcentrada pierde la noción del tiempo.
  • Al sentirse absorbidos por determinadas tareas, pueden descuidar otras obligaciones.
  • Pueden sufrir desajustes en sus hábitos de vida. Ejemplo de ello es no dormir por estar demasiadas horas en una actividad.
  • A menudo aparecen situaciones de autocrítica y sufrimiento. Se preguntan por qué no pueden concentrase en otras áreas menos interesantes del mismo modo.

¿Se puede regular la atención excesiva para que te beneficie?

No todo el mundo sabe que las personas con TDAH lidian con esos extremos tan opuestos en materia de atención. En ocasiones, son incapaces de mantenerla y en otras quedan tan absortos que se aíslan de su realidad. Si te ves identificado/a con esta condición o si alguien cercano a ti la experimenta, te será de utilidad tener en cuenta los siguientes aspectos para manejar mejor esta particularidad:

  • Orienta tu vida profesional hacia aquello que te apasiona. Lo ideal es que tengas claro lo que te gusta y te motiva para focalizarte en esas áreas en las que desarrollarte. Es así como te sentirás realizado/a como persona.
  • Identifica esas áreas que centran tu atención. Es importante saber en qué actividades se focaliza con mayor intensidad tu cerebro. Procura que sean estímulos saludables y regula aquellos que puedan ser disfuncionales (como el uso excesivo del móvil).
  • Establece límites de tiempo. Si presentas esta característica, es necesario que la regules con límites de tiempo, ya sea a través de alarmas u otros avisos. Por ejemplo, si te apasiona leer, intenta no ocupar toda la noche con esta tarea hasta el punto de no descansar. Programa el tiempo que dedicarás a esa labor y déjala cuando te salte el aviso en el móvil.


La neurodivergencia y la necesidad de visibilizar sus particularidades

En nuestra sociedad hay muchas personas que presentan formas bastante diversas de funcionamiento neurológico. El TDAH y el autismo son dos pequeños ejemplos de este gran colectivo. Lo más decisivo en estos casos es romper estigmas y, para lograrlo, nada mejor que la psicoeducación, la cual hace visible información interesante sobre estas condiciones.

Tener este tipo de trastornos presenta ciertas ventajas y ciertos inconvenientes que pueden superarse. Con apoyo y recursos es posible llegar lejos y demostrar el talento que cada uno lleva en su interior. El «hyperfocus» es una característica que, bien manejada, te puede permitir conquistar grandes cimas.

FUENTE: https://lamenteesmaravillosa.com/que-es-la-hiperconcentracion-en-el-tdah/