Trucos en nuestro cerebro para no repetir errores

POR: FRANCISCO MARIA

El ser humano tiende a cometer errores, es algo natural y forma parte de nuestro proceso de aprendizaje. Sin embargo, en muchas ocasiones, estos errores se repiten una y otra vez, lo que puede ser frustrante y generar sentimientos de incompetencia. ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo podemos evitar caer en los mismos errores una y otra vez? En este artículo, vamos a explorar algunos trucos en nuestro cerebro para no repetir errores.

Reconocer el error

El primer paso para evitar repetir un error es reconocer que se ha cometido. Es importante ser honestos con nosotros mismos y aceptar que hemos fallado en algo. Este reconocimiento nos permite aprender de nuestros errores y evitar caer en ellos en el futuro.

Aprender de los errores

Una vez que hemos reconocido el error, es importante analizarlo y aprender de él. ¿Qué fue lo que salió mal? ¿Qué podríamos haber hecho de manera diferente? ¿Qué podemos hacer para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro? Hacer estas preguntas nos permite identificar las áreas en las que podemos mejorar y desarrollar estrategias para evitar errores similares en el futuro.

Usar la memoria a corto plazo

Nuestra memoria a corto plazo nos permite recordar información por un corto período de tiempo. Usar esta memoria para recordar los errores cometidos recientemente puede ayudarnos a evitar repetirlos en el futuro. Por ejemplo, si hemos olvidado cerrar la puerta de nuestra casa en varias ocasiones, podemos hacer un esfuerzo consciente para recordar cerrarla cada vez que salimos.

Crear un recordatorio

Si hemos identificado un patrón en nuestros errores, podemos crear un recordatorio para ayudarnos a recordar lo que debemos hacer para evitarlos. Por ejemplo, si olvidamos enviar correos electrónicos importantes con frecuencia, podemos crear un recordatorio en nuestro teléfono para que nos recuerde que lo hagamos.

Practicar la atención plena

La atención plena es un estado mental en el que nos enfocamos en el momento presente y observamos nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos. Practicar la atención plena puede ayudarnos a evitar errores al estar más presentes y conscientes de lo que estamos haciendo. Por ejemplo, si estamos cocinando y estamos distraídos, podemos cometer errores que podrían haberse evitado si hubiéramos estado más atentos.

Tomar un descanso

Si estamos cometiendo el mismo error una y otra vez, puede ser útil tomar un descanso y alejarnos de la situación. Tomar un descanso nos permite despejar nuestra mente y ver las cosas desde una perspectiva diferente. Esto puede ayudarnos a identificar la causa subyacente del error y desarrollar estrategias más efectivas para evitarlo en el futuro.

Desarrollar un hábito

Desarrollar un hábito consistente puede ayudarnos a evitar erroresrepetitivos. Por ejemplo, si siempre olvidamos nuestra llave en casa, podemos desarrollar el hábito de ponerla en el mismo lugar cada vez que lleguemos a casa. Esto nos permite evitar errores sin tener que pensar conscientemente en ello.

Pedir ayuda

Si estamos luchando por evitar un error, puede ser útil pedir ayuda a alguien que pueda ayudarnos. Pedir ayuda no es una señal de debilidad, sino una señal de que estamos dispuestos a aprender y mejorar. Un mentor, un amigo o un colega pueden proporcionar una perspectiva diferente y ayudarnos a encontrar una solución efectiva.

Al aplicar algunos de estos trucos en nuestro cerebro, podemos evitar errores repetitivos y mejorar nuestra capacidad para aprender y crecer.

FUENTE: https://okdiario.com/ciencia/trucos-nuestro-cerebro-no-repetir-errores-10956472

¡Increíble! Descubre qué pasa en el cerebro del bebé al no recibir amor

POR: OKDIARIO

De manera periódica, van llegando a nuestras manos diversos estudios y trabajos que giran en torno a los niños y que consiguen dejarnos con la boca abierta. Y eso es precisamente lo que nos ha sucedido al descubrir una interesante investigación que viene a mostrarnos qué le sucede al cerebro del bebé cuando no recibe amor, cariño o atenciones.

Investigación que se ha sustentado en el escáner de dos menores de la misma edad, pero con diferente trato por parte de las personas de su entorno. Sigue leyendo y descubrirás el resultado. Ten muy claro que te va a dejar sorprendido.

La investigación

Neurólogos de la Universidad de California (UCLA) fueron los que hace unos años estuvieron analizando a fondo si el cerebro del bebé se veía afectado por no recibir atenciones. Varias pruebas que obtuvieron y que han servido ahora para que Bruce D. Perry (Jefe de Psiquiatría del Texan Children´s Hospital) realice ahora un interesante artículo al respecto. Publicación que ha sido dado a conocer a nivel mundial a través de la revista “IFLScience”.

El cerebro del bebé a estudio

Dos pequeños de 3 años sin diferencias de ningún tipo son los que se convierten en protagonistas del estudio. Eso sí, hay algo que no tienen en común: el cariño que se les ha dado. Así, uno de esos menores ha sido querido y cuidado con numerosas pruebas de afecto y el otro no. Un pequeño este último que sufrió lo que se conoce como privación sensorial debido a que vivió en una familia absolutamente desestructurada. Eso supone que no recibiera demostraciones de amor, que no tuviera una comunicación buena con sus seres queridos, que no estrechara vínculos con esos…

Y el resultado de esas dos vidas totalmente diferentes se ha podido ver a través de un escáner de sus cerebros.

cerebro del bebé
La diferencia entre los dos cerebros

El escáner que deja impactados

Anonadada es como se queda cualquier persona cuando ve el citado escáner. En este se muestran los cerebros de los dos niños y parecen de individuos de diferentes edades, pero no es así. Y es que hay uno es mucho más grande que el otro:

  • A la izquierda, está el cerebro del menor que ha crecido recibiendo atenciones, cariño y mimos por parte de su familia. Sí, que ha tenido amor, que ha sentido la seguridad que le otorgaban sus adultos, que ha aprovechado todos los estímulos. Eso da como resultado un cerebro con un tamaño normal.
  • A la derecha, por otro lado, se encuentra el del pequeño de 3 años que no ha podido disfrutar del cariño de sus padres, que no ha sido cuidado de la forma más amorosa, que no ha “interactuado” con su entorno como es debido.

Como se puede apreciar en la imagen, la diferencia entre ambos cerebros es abismal. El de la izquierda prácticamente es el doble de grande que el de la derecha. Y todo eso es fruto no de una enfermedad sino de no haber recibido los cuidados, mimos y atenciones necesarios. Así, al respecto se han dado a conocer opiniones de neurólogos que exponen, de forma clara, que durante los primeros meses de vida es esencial la relación madre e hijo. Y lo es no solo porque sirve para estrechar los lazos afectivos entre ambos sino porque la nula o escasa comunicación y cariño entre ellos perjudica a las neuronas del bebé. Sí, porque no crecerán como es debido.

En concreto, el estudio determina que durante los 2 primeros años de vida es cuando, debido a ese amor y afecto, se puede perjudicar el cerebro del menor. Y es que el 80 % de sus neuronas se forman durante ese tiempo.

Conclusiones

Partiendo de todo lo expuesto, tenemos que establecer los siguientes resultados del estudio:

  • La falta de afecto y cariño trae consigo consecuencias en el crecimiento del cerebro, como así se puede ver a través del mencionado escáner.
  • Partiendo de lo anterior, el estudio determina que los niños que sí obtienen atenciones de su adultos serán más inteligentes. Y no solo eso, también se considera que les resultará más fácil poder tener relaciones sociales.
  • Los pequeños con carencias afectivas como las citadas tendrán más problemas para relacionarse con los demás o incluso tendrán más dificultad para sentir empatía. Eso sin pasar por alto que se indica en la investigación también que les costará más asimilar nuevos conocimientos o que será más fácil que caigan en la dependencia.

Sea como sea, el citado trabajo ha suscitado un gran interés y ha generado debate en las redes sociales, entre quienes están de acuerdo con sus conclusiones y los que no las comparten.

FUENTE: https://okdiario.com/bebes/descubre-pasa-cerebro-bebe-no-recibir-amor-2732780

¿Qué cambios se producen en el cerebro cuando te conviertes en padre por primera vez?

POR: OKDIARIO

Sabemos que nuestro cerebro es quizás el órgano más fascinante que existe. La manera en la que reaccionamos ante determinados estímulos o eventos está en gran medida relacionado con el cerebro hasta el punto incluso de provocar determinados cambios en este, algo que se ha descubierto ahora a raíz de un nuevo estudio, que se produce precisamente cuando nos convertimos en padres por primera vez.

¿Qué cambios se producen en el cerebro cuando te conviertes en padre por primera vez?

El trabajo de la Dra. Sarah Watamura, la Dra. Pilyoung Kim, Tiffany Phu y Andrew Erhart de la Universidad de Denver y llamado Two Open Windows: Part II, se centra en el modo en cómo afecta al cerebro de los adultos la transición a la paternidad. Incluso cuando se trata de cuidadores, independientemente de la conexión biológica con el bebé, se experimentan desarrollos cerebrales y cambios en el cerebro, hasta el punto por ejemplo de saber si el llanto de un bebé significa que tiene hambre o necesita un cambio de pañal.

El estudio resalta además que «tanto los progenitores como el bebé son más sensibles a los cambios de su entorno», de modo que recomiendan extender apoyos comprobados, como visitas domiciliarias y clases para reducir el estrés, a los padres, padres adoptivos y otros adultos que asumen las principales responsabilidades de crianza de un niño pequeño.

De este modo y dado que el acto de la transición a la paternidad, ya sea un padre biológico o no, abre una ventana de tiempo limitado en la que tanto el nuevo padre como el bebé son especialmente receptivos a ser moldeados por su entorno. puede suponer también una oportunidad si se maneja de manera respetuosa e intencional, para apoyar y encaminar a las familias por el camino hacia la salud y el bienestar.

Hacer esto para padres, cuidadores y bebés juntos en esta ventana temprana dará sus frutos a corto plazo al ayudar a los padres y a los niños a lidiar con el estrés y, a largo plazo, al encaminar a los niños hacia el éxito en la escuela y más adelante. en la vida.

Así. con la investigación de la Dra Watamura y la Dra. Kim, los responsables de la medicina y otros responsables, podrían desarrollar y crear políticas sólidas e inclusivas y apoyos que se dupliquen con las madres pero también con los padres, abuelos, padres adoptivos y no biológicos.

Además el camino a seguir sería procurar las herramientas necesarias para reducir el impacto de tener un bebé y que no se convierta en estrés, y en concreto en el llamado estrés tóxico que suelen padecer aquellas personas que no tienen ayuda y que según se señala también en el estudio, «pone a prueba el sistema neurológico necesario para determinar las necesidades de un bebé» y también, esforzarse con aquellas persona que tras tener a su hijo/a han tenido cualquier tipo de trauma. Todo con el fin de evitar también el estrés en el bebe tanto a corto como a largo plazo (cuando ya haya crecido).

Y para lograr lo señalado ya se han lanzado, al menos en Estados Unidos, dos programas de salud mental de parte de Darius Tandon, investigador de la Universidad Northwestern, que van en paralelo y sirve para tratar a padres y madres por separado con el fin de que se preparen mental y físicamente para la paternidad. 

FUENTE: https://okdiario.com/bebes/que-cambios-producen-cerebro-cuando-te-conviertes-padre-primera-vez-6927133