4 consejos para hablar con tu hijo adolescente. Por: BERNARDO PEÑA
Durante la adolescencia, los hijos sufren cambios que influyen en sus personalidades y dificultan la comunicación con sus padres. Aprende a manejar la situación.
Hablar con un hijo adolescente no es tarea fácil. En general, los padres tienen problemas para comunicarse con ellos en esta etapa; pareciendo que se habla en lenguajes diferentes. Sin embargo, debes llenarte de paciencia y guiarlos hasta donde sea posible.
Cuando un hijo se enfrenta a un problema, tú deber principal es orientarlo, pero dejando que lo resuelva solo. La capacidad que ellos tienen de razonar deben ponerla en práctica. Analizad juntos el problema y deja que sea él quien encuentre la solución.
Frases alentadoras como: “Piensa un poco sobre lo hablado y luego toma la decisión que tú consideres, pero recuerda que debes asumir las consecuencias con responsabilidad” son consejos valiosos que surgen gracias a unas bases principales. De esta forma, no se trata de “dejar hacer”, sino de sugerir y orientar con paciencia. A continuación, te damos unos cuantos consejos para lograrlo.
Consejos para hablar con un hijo adolescente
En la adolescencia las personas experimentan cambios físicos, psicológicos, hormonales y sociales. Trayendo como consecuencia que la comunicación con los padres sea más compleja.
Estos cambios los llevan a desear hablar más con amigos de su misma edad, y en ocasiones escuchan consejos errados que los pueden hacer fracasar. Por este motivo, a continuación te damos algunos consejos (siguiendo la información blindada por la investigadora Patricia Weissmann, de la Universidad Nacional Mar de la Plata) para que los pongas en práctica al hablar con él.
1. Sé razonable y mantén la posición
Los adolescentes saben cómo convencer a sus padres para lograr sus objetivos. Es cierto que cuando los progenitores ceden ante un castigo, el problema se resuelve de forma temporal. Pero con esta actitud les están demostrando a su hijo que, mientras insista, va hacer lo que él quiera. Por ello, es importante que mantengas una clara posición.
Sin embargo, también hay que ser razonable y dejar que el hijo exponga los motivos por los cuales rompe una regla. Por ejemplo, sugerirle que solicite permiso para llegar más tarde a casa de la hora establecida en la norma. En este caso, si accedes y dices que “sí”, estarás siendo razonable y no cederás a una insistencia.
Para reforzar esta norma, se recomienda reunir a la familia para hablar de las reglas. En especial, del horario establecido para llegar a casa. También debéis evaluar cada factor antes de tomar una decisión. Así se le demuestra al adolescente que los padres están dispuestos a ceder si no se viola ninguna norma.
2. Sé asertivo
Tal y como explica un artículo avalado por la Universidad de Loyola; siendo un padre asertivo, tendrás la capacidad de defender tus propios derechos y expresar tu opinión sin ofender a los hijos ni permitir que ellos te ofendan. Así, a través de la palabra mediadora, lograrás una negociación donde ambas partes queden satisfechas con los resultados.
Al asumir una actitud asertiva, harás que aumenten las posibilidades de conseguir el objetivo que deseas. Además, el adolescente se sentirá más tranquilo y seguro porque sabrá que sus padres lo escuchan y que toman en cuenta sus opiniones y sentimientos.
Es importante ser sinceros, no dar sermones (“yo a tu edad…”) y escuchar cómo se sienten. Ellos están en otra fase de la vida, así que tal vez no entiendas por qué algunos problemas que para ti son sencillos, para ellos suponen un mundo. Por ejemplo: qué piensan los demás, la popularidad, salir con la chica/chico que le gusta, etc.
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3. Habla siendo un buen ejemplo
No hay norma, manuales ni secretos para hablar con adolescentes. Por esto, se debe tener paciencia, comprensión y dar ejemplo con la palabra. La mejor manera es comportarse como un modelo a imitar cuando converses con él sobre un tema que te preocupa.
Los hijos en esta etapa comienzan a madurar y viven en una lucha continua para independizarse de los padres. Ellos prefieren estar más tiempo con los amigos; dejando quizás en segundo plano a la familia.
Por lo que es recomendable que los padres hagan énfasis en involucrar a los jóvenes en la toma de decisiones. Ya sea de algún viaje, la compra de algún artículo nuevo, los cambios de colegio, la planificación de una mudanza, etc. En cualquier caso, es importante tomar en cuenta su opinión para que juntos elijáis la mejor opción.
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4. Escoge el lugar y el momento adecuado
Si consideras que tu hijo está teniendo un problema de conducta, es indispensable que escojas un buen momento y lugar donde conversarcon tranquilidad y sin interrupciones. Cuando estén relajados, ya se podrá comenzar una conversación asertiva.
Inicia el tema describiendo el problema, de una manera sencilla y directa. Se trata de decir cómo te sentiste con el comportamiento que hizo, pero sin juzgar su personalidad; solo corrigiendo el comportamiento. De esta forma, tiene que quedar claro que lo que te molestó fue lo que hizo y no su personalidad.
Corregir las primeras faltas es fundamental, no esperes que ocurra esa conducta en reiteradas ocasiones. Así, evitarás castigarle y que se ponga a la defensiva porque no entienda lo que no debe hacer.
Templanza y sosiego al hablar con un hijo adolescente
Como ya habrás podido comprobar, quizás no te es fácil poder hablar con tu hijo adolescente sin evitar discutir. Pero, en el caso que él se altere y comience a levantar la voz, es vital que mantengas la calma.
Debes lograr tranquilizarlo y decirle que, cuando esté más calmado, continuarán hablando. Recuerda que los adultos son los que tienen que dar el ejemplo. Así, la conversación no perderá el sentido y ganarán ambas partes.
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