¿Qué es la memoria eidética en psicología?

POR: VALERIA SABATER

Hay un tipo de memoria fascinante que experimentan, sobre todo, los niños pequeños. Consiste en recordar de manera vívida una imagen durante un tiempo limitado. Te explicamos más datos.

Los mecanismos del recuerdo en la mente humana albergan misterios que la ciencia todavía no resuelve. Uno de ellos tiene que ver con una facultad que evidencian, de manera más significativa, los niños pequeños. Hablamos de la memoria eidética o la capacidad de recordar de forma exacta una imagen con solo estar en contacto con ella unos breves instantes.

Es más, hay criaturas de ocho o nueve años que, tras ser expuestas a un estímulo, lo siguen viendo a pesar de no estar presente. Su cerebro, de algún modo, continúa proyectando esa forma vista durante unos pocos segundos. Lejos de ser un fenómeno paranormal, se trata de una singular experiencia estudiada por la psicología. Te desvelamos más datos, a continuación.

«Todo el mundo se queja de su memoria, pero nadie de su inteligencia».

~ François de La Rochefoucauld ~

Memoria eidética: definición y características

Una persona con memoria eidética es capaz de retener información visual con un gran detalle durante varios minutos u horas. Un pionero absoluto en este campo fue el psicólogo Ralph Norman Haber. Sus trabajos, a lo largo de los años 60 y 70, como el publicado en Perceptual and Motor Skills, son toda una referencia a día de hoy en este campo.

Cabe señalar que quienes más evidencian este tipo de particularidad son los niños. De hecho, algo que vio el doctor Haber en sus investigaciones es que cerca del 8 % de los alumnos de las aulas de primaria lo presentaban. Sin embargo, a medida que maduran, esta facultad mnemotécnica desaparece. Veamos más información asociada.



Cómo se manifiesta

El término eidética proviene del griego y significa ‘relativo a las ideas’ o ‘relativo a las formas’. Se debe a que, quienes tienen esta característica, ven durante un tiempo la imagen a la que se han expuesto. Es como una representación visual casi exacta del estímulo. Esto les permite evocar matices con gran acierto y minuciosidad. Analicemos más características:

  • Detalle y precisión: las personas con esta facultad pueden recordarcolores, formas, tamaños, texto escrito y otros elementos visuales sin apenas esfuerzo.
  • Duración prolongada: a diferencia de la memoria visual común, que suele desvanecerse en poco tiempo, la eidética permite a quien tiene esta facultad evocar una serie de imágenes durante un período más prolongado.
  • Voluntaria o involuntaria: algunos niños acceden a esta capacidad de manera voluntaria; en otros casos, los recuerdos visuales aparecen de forma involuntaria, como si la imagen estuviera almacenada en su mente y se proyectara ante ellos.
  • Relación con la infancia: hasta el momento, casi el 98 % de los casos registrados son niños. También se sabe de algún paciente adulto con sinestesia o problemas neurológicos, pero es más frecuente en la infancia. Es más, se cree que, a medida que desarrollan sus competencias lingüísticas y lectoescritoras, esta facultad se desvanece.

Se estima que entre el 8 y el 15 % de los niños menores de 12 años exhiben el rasgo de la memoria eidética. Aunque a medida que maduran va desapareciendo.

Diferencias con la memoria fotográfica

La memoria fotográfica define la facultad de recordar de forma permanente datos de manera exacta y rigurosa. Es, por así decirlo, como hacer una captura de un estímulo o situación concreta para almacenarla en la memoria de modo perfecto. Así, aunque a menudo se confunde con la eidética, cabe señalar que no son lo mismo. Toma nota de las diferencias:

  • Aceptación científica: la memoria fotográfica no es un término científico aceptado ni reconocido. No obstante, la facultad cognitiva eidética dispone de mayores estudios y aceptación.
  • Tiempo del recuerdo: la capacidad eidética es una forma transitoria de memoria a corto plazo. Puede durar unos minutos o como máximo una hora. La memoria fotográfica, por su parte, se suele describir como un fenómeno donde el recuerdo sí es permanente.
  • Proyección de la memoria: Ulric Neisser fue otro científico que estudió la memoria eidética. En su libro Memory Observed: Remembering in Natural Contexts (2020) habla de este fenómeno y de cómo algunos niños podían proyectar en una hoja las imágenes de su recuerdo y trazar su contorno con el lápiz. Esta característica no aparece en la memoria fotográfica.

Un caso curioso

Mencionamos que este tipo de memoria aparece, en mayor grado, en niños. Sin embargo, disponemos de un caso registrado en el que la protagonista es una adulta de 27 años. La revista Life presentó el historial clínico de una paciente con epilepsia refractaria que evidenciaba un recuerdo eidético.

Lo que pudieron descubrir los científicos es que este fenómeno estaría asociado a una corteza cerebral hiperactiva a causa de las propias convulsiones. Sea como sea, cada vez que se descubre el caso en una persona mayor se vincula alguna particularidad neurológica; bien sinestesia o epilepsia.

¿Puedo desarrollar un recuerdo eidético?

Algo importante que debes considerar: la memoria humana nunca es exacta y siempre tiende a reconstruir algún dato. No hay recuerdos 100 % perfectos. Es por ello que la ciencia pone en duda la memoria fotográfica y, respecto a la eidética, sabemos que es un fenómeno muy puntual ligado a la infancia.

En el libro Memory from a Broader Perspective (1994), de los doctores Alan Searleman y Douglas Herrmann, se describen casos de personas con dotes de memoria excepcionales. No obstante, ninguna mostraba características fotográficas. Evidenciaban, eso sí, una excelente memoria autobiográfica o facultad para recordar rostros. Si deseas potenciar tu recuerdo eidético, te damos claves:

  • Descanso y salud mental: el descanso profundo y reparador, así como las técnicas para reducir el estrés, podrían mejorar tu capacidad de concentración y retención visual. Anímate a ello.
  • Visualización: este es un ejercicio muy enriquecedor que no solo estimulará tu mente. El hecho de reproducir en tu interior los detalles más específicos de lo que has observado potenciará tu memoria.
  • Entrenamiento de memoria: plantéate utilizar aplicaciones o juegos de entrenamiento cerebral diseñados para mejorar la memoria y la atención visual. Algunas aplicaciones te ofrecen ejercicios que podrán ayudarte a desarrollar tus habilidades de observación y retención visual. Vale la pena probarlo.
  • Técnicas de concentración: mejora a diario tu concentración y atención. Los niños con facultades eidéticas tienen una capacidad excepcional para concentrarse en los detalles visuales. Procura hacer lo mismo y, además, practicar la meditación y el mindfulness te servirá para aumentar tu atención y conciencia.
  • Practicar la observación consciente: a menudo, las personas no prestan suficiente atención a los detalles visuales a su alrededor. Somos, al fin y al cabo, una sociedad hiperactivada por la tecnología que está perdiendo sus dotes de concentración. No lo dudes, dedica tiempo a observar de forma detenida cualquier estímulo y todos sus matices.


La memoria, una competencia extraordinaria

La memoria es la facultad cognitiva que atesora no solo tu pasado, también la persona que eres y lo que aprendes cada día. Es la ventana a todas tus experiencias y ese baúl desde el cual revivir momentos preciosos y aprender de tus vivencias. Ahora bien, esta competencia esconde a su vez fabulosas particularidades.

Hay quien tiene una capacidad única para recordar datos. Algunos niños demuestran dotes eidéticos y ciertos adultos presentan un recuerdo autobiográfico excepcional. A pesar de ello, ten presente que la memoria 100 % perfecta no existe. Al fin y al cabo, somos mentes que interpretan lo que ven, no máquinas que registran cada dato. Eso también nos hace especiales.

FUENTE: https://lamenteesmaravillosa.com/que-es-la-memoria-eidetica/